Chamanismo

¿Qué es el chamanismo?

El chamanismo es la práctica espiritual más antigua que se conoce. Los antropólogos dicen que los primeros rastros encontrados son de hace 30.000 años, pero algunos creen que su origen es aún más antiguo.

Es un método que se ha encontrado en todas las culturas del mundo, con diferencias según el lugar y el ambiente donde vivían las personas, pero también con muchos elementos en común.

 

Vamos a ver brevemente los puntos comunes de las culturas en las que se practicaba (y se practica hoy en día) el chamanismo:

1) Creen en la existencia de mundos espirituales y viven en relación con estos mundos.

2) Todos tenemos un alma

3) No sólo los seres humanos tienen alma, todo en el mundo tiene un alma y podemos comunicarnos con todo utilizando técnicas específicas (animales, ríos, nubes, el fuego, las montañas, etc.)

4) En la cosmología chamánica hay elementos comunes: la presencia de este mundo físico y una versión más sutil de este mundo, un ‘mundo de arriba’ y un ‘mundo de abajo’ habitados por seres de puro amor y compasión

5) Un tipo de sanación común en todas esas culturas consiste en reestablecer el equilibrio quitando cosas que no pertenecen a la persona y que se han convertido en bloqueos y cargas

6) En esas culturas se cree también que podemos estar bloqueados, o tristes, o sentir que falta algo en nuestra vida porque realmente nos falta algo: hemos perdido la conexión con nuestra parte espiritual, o por un trauma hemos perdido una parte de nuestra alma. En estos casos la sanación consiste en recuperar la conexión con nuestro animal de poder (nuestra fuente de poder y protección) y en la recuperación de la parte del alma que hemos perdido.

7) Hay conocimientos disponibles en las realidades espirituales que pueden ayudarnos a resolver problemas y aclarar nuestro camino

8) La práctica del viaje chamánico se hace siguiendo unos pasos metodológicos y en un estado alterado de conciencia. Nos permite ir a encontrar nuestras ayudas espirituales, pasar el poder de nuestras ayudas para sanar a los demás, buscar informaciones valiosas, acompañar a los difuntos al más allá,.

 

El chamanismo no es una religión, es una camino espiritual y en muchas culturas ha acompañado las religiones locales, como la budhista. Es un camino de revelación directa de las realidades espirituales y no hay dogmas. El practicante, después de una formación y de un aprendizaje de los métodos para trabajar en seguridad, descubre por sí mismo lo que los espíritus le enseñan de las otras realidades, aprende nuevos métodos de sanación, nuevos conocimientos útiles y profundiza su conocimiento. La relación entre el chamán y sus espíritus de ayuda es tan estrecha que son los espíritus mismos los que van adiestrando y educando al chamán.

 

¿Qué son las ayudas espirituales?

Los chamanes culturales y los practicantes chamánicos modernos colaboran con sus ayudas espirituales en todos sus trabajos. De hecho el chamán en sí no tiene ningún poder, su única característica es la gran conexión que tiene con sus ayudas espirituales.

Esas ayudas espirituales, o espíritus, son seres de puro amor y compasión que el chamán ha encontrado en los mundos espirituales y que se han ofrecido para colaborar con él para sus trabajos de adivinación, sanación y acompañamiento de almas al más allá.

El chamán sólo colabora con espíritus que conoce y después de haber averiguado que son espíritus de puro amor y compasión (no se junta con los primeros espíritus que se presenten).

 

¿Qué hace el chamán o practicante chamánico?

Los chamanes en todas las culturas siempre han estado al servicio de su comunidad trayendo informaciones vitales para la sociedad, practicando sanaciones y asegurándose que los difuntos pudieran pasar al más allá en paz. Las prácticas son las mismas en las culturas donde aún hay chamanes, y también son las mismas para los practicantes modernos.

En todas estas actividades el chamán trabaja en unión con sus ayudas espirituales.

En casi todas las culturas el chamán combinaba sus prácticas espirituales con otros trabajos normales. Era un miembro más de la comunidad que cumplía con todas las actividades cotidianas, y a parte eso también se dedicaba a la parte espiritual.

 

¿Qué pasa durante una sesión de chamanismo?

En una sesión se puede pedir algo específico, tipo adivinación o sanación, pero muchas veces, al presentar el problema, la duda o la inquietud, se decide hacer una sesión combinando diferentes prácticas.

Los espíritus son los que dicen lo que necesita el cliente durante la sesión: si le falta poder y necesita restablecer la conexión con su parte espiritual, o si ha perdido parte de su alma y necesita recuperar e integrarla otra vez en su vida, o si algo que no le pertenece está cargando y bloqueando su vida y necesita ser sacado.

También se puede trabajar en la limpieza de lugares para ver si se han quedado cosas que no pertenecen al lugar y afectan a los que se encuentran en ese sitio o si almas de difuntos se han quedado atrapadas y necesitan ayuda para acabar lo que tenían pendiente y llegar en paz al más allá.

Cada persona es un mundo aparte y necesita un asesoramiento especial.

En todas mis prácticas solo trabajo acompañado por el sonido del tambor y de la maraca y no se hace uso de sustancias.

 

¿Qué esperar de una sesión de chamanismo?

El chamanismo no lo resuelve todo, trata la parte espiritual de los problemas. En nuestra vida hay especialistas del cuerpo, de las emociones, de la mente, del alma. Equilibrar el alma puede tener efectos a nivel físico, emocional y mental de la misma forma en la que un médico que nos sana de una enfermedad física puede tener efectos positivos en nuestra mente, en las emociones y en el alma. Cuantos más especialistas colaboren para la salud del cliente, mejor se encontrará.

Tampoco es una práctica que necesita impresionar al cliente, sino que es algo que sigue existiendo desde hace 30.000 años porque se basa en la eficacia del trabajo. De hecho en todas las culturas cuando la comunidad iba a un chamán y su trabajo no era eficaz, poco a poco todos iban buscando otro chamán cuyo trabajo fuera eficaz y sirviera para ayudar la comunidad de verdad.

Hay personas que notan los cambios ya durante la sesión, y otras que no, pero eso no es señal de la eficacia o no del trabajo. Algunos notan cambios rápidos y grandes, otros cambios más sutiles y dilatados en el tiempo, eso depende del tipo de intervención que se haga y de las necesidades de la persona. En caso de la adivinación algunos notan enseguida que la información tiene sentido y es valiosa, otros con el tiempo van viendo que el mensaje tenía un significado más profundo de lo que parecía.

Cada persona es un mundo y cada sesión es diferente.